jueves, 2 de diciembre de 2010

cada noche morimos..

cada noche morimos para renacer en cada madrugada.
la cabeza encima de una almohada, sabanas convertidas en matriz
llenas de humedades de un parto sin dolor.
primero un pie , luego una pierna,
despues la otra.
nos imcorporamos buscando esos primeros cachetes
enfrente del espejo, entre aguas y jabón.
y nos reconocemos ante la atenta mirada de nuestra comadrona,
al otro lado del espejo.
y comienza de nuevo la vida,
y no existe más memoria que el presente
"sabedor" de otras vidas, en otros cuerpos, un poco mas viejos cada día
imperceptible a nuestros ojos.

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